Bryant Cruz
¿Vos, correr? ¿Estás enfermo?

Estoy seguro que estas y más preguntas te hiciste el día que iniciaste en este deporte, máxime si eras como yo que la vida sedentaria se nos daba muy bien. Estabas sano, nadie te dijo ni te advirtió que empezar a correr enferma. Todo comienza con una dosis de cinco kilómetros o 5k como lo conocemos los que sufrimos de esta enfermedad. Si, todo inicia aquí con esa primera distancia que viene acompañada de una medalla que certifica que estás en la fase inicial de tu enfermedad.

Después de terminar esa distancia aparece el sentimiento que quieres más de esa experiencia al cruzar la meta, algo que nunca sentiste en tu vida y seguro se vuelve adictivo. Comienzas a buscar carreras en cuanta página existe para planificar todos los domingos de tu mes con una ansiedad que refleja lo enfermo que estás. Se terminaron en gran manera las fiestas del sábado, o por lo menos hasta que te das cuenta que no es buena idea llegar desvelado o con resaca a una carrera.
Continuas en este vicio aprendiendo cosas nuevas cada día, ya te suscribiste o le diste like a todas las páginas de consejos para correr. Aprendiste que tipo de pisada tienes (pronador, supinador o neutro). Compraste los tenis que son los adecuados para ti y las primeras prendas de marca en las que nunca pensaste en gastar, además que tienen que combinar.

Revisaste todas las críticas de relojes habidos y por haber para comprarte el que se ajusta a tu presupuesto, que tenga GPS, monitor de ritmo cardiaco, contador de pasos y calorías, pero lo más importante es que tenga la opción de llevar tu registro de entreno para sincronizarlo y poder publicarlo (seguro que la publicación de tus kilómetros en redes sociales es un factor importante al momento de elegir). En fin, ya estás listo para dejarte llevar por esta patología.
Ahora toca aumentar la dificultad, llegan los 10k y con ellos tus primeras horas completas corriendo. Es cuándo el cuerpo demanda entrenos entre semana dado que solo correr los domingo no son suficientes para reforzar la adicción, aquí viene la otra fase.
Felicitaciones ahora estás buscando grupo para entrenar, de eso hay muchos y muy buenos. Tienes que evaluar varios factores para unirte a ellos, cómo pueden ser el horario, zona, rutas, etc. Por lo regular la mayoría son gratis y te abren los brazos al llegar, ahora si lo quieres llevar a otro nivel hay grupos que cuentan con entrenadores muy buenos que por una cuota mensual llevan un control estricto de tu desarrollo como corredor y te envían la planificación de entreno semanalmente.

En este punto se complica la cosa y bastante. Si creías que con correr 10k estabas hecho lamento decirte que no, en ese momento que compartes con otros corredores te infectan de algo muy contagioso llamado medio maratón. Así es, ha llegado el momento de prepararte para la siguiente etapa.
Contagiado el único tratamiento conocido es correr el medio maratón, esos 21k que vienen acompañados de una terapia de periodos de entreno llamados fondos, que no son otra cosa que correr por lo regular los domingos unas distancias que van desde los 10k hasta los 18k y por si fuera poco ¡Sin Medalla! ¿Puedes creerlo?. Pues si, es cierto. Todo para curarte al cruzar la meta en esa carrera y por fin cerrar este capítulo oscuro de tu vida, ahora si estás curado. Pero ¿Realmente te curas? siento decirlo pero no. La cura dura solo uno o dos días en lo que el dolor se va, porque nadie te mencionó que viene la recaída. El lunes convencido que todo quedó atrás, vienen las infames inoculaciones en forma de felicitación de tus otros amigos enfermos por tu tiempo en tu primer medio maratón y ahí se complica nuevamente todo. Inicia de nuevo la adicción de nuevos medio maratones en arranques ansiosos planificando los viajes al interior acompañados de reservas de hotel y cálculos grupales de gastos. Esta enfermedad ahora afectan tu ego, te lleva directo a la etapa del bendito "PR" o marca personal asociada al tiempo que te tomó recorrer tu distancia, aquí comienza la competencia con otros corredores de manera muy diplomática y contigo mismo por vencer tu marca anterior.
Comienzas a medir tu paso por kilómetro (pace). Inicias con entrenos de pista para aumentar la velocidad con unas dosis muy fuertes de intervalos, subidas o montaña para mejorar resistencia, etc. Déjame decirte que aquí no termina la cosa, aquí se diversifica la enfermedad. A muchos les da por complementar su patología con bicicleta y natación desarrollando un gusto por el sufrimiento al punto de llegar a participar en eventos que combinan las tres locuras llamado triatlón, otros comienzan a "jugar tierrita" en carreras en la montaña por veredas, subidas y descensos extremos al punto de perderse por horas disfrutando del paisaje y el aire fresco en una variante de la enfermedad conocida como trail. Los demás que prefieren el asfalto escuchan de mano de los más experimentados de la cura definitiva, la madre de todas las competencia de atletismo, el famoso maratón. 42 kilómetros 195 metros de pura tortura para de una vez por todas terminar con esta enfermedad y guardar los tenis lo antes posible. Así es, ha llegado el momento de acabar con esto.

¿Te imaginabas el día que iniciaste que ibas a correr un maratón? Pues llego el momento, ahora si, adiós definitivamente a las fiestas, los amigos, las grandes comidas llenas de alimentos que no te nutren y adiós al mundo. Todo esto es necesario si de verdad te quieres curar. Llegan ahora semanas completas de entrenos, fondos, intervalos, acondicionamiento y los muy recomendados controles médicos para estar seguros que tu cuerpo resistirá el traumático tratamiento de 42k. Después de esto llega el ansiado día que ya hablaré en otra oportunidad de eso. En fin, tu que ya lo lograste me gustaría conocer tu experiencia con este último tratamiento y cómo te curaste o si solo despertó en ti versiones más peligrosas de la enfermedad cómo querer completar todas las Major o correr distancias Ultras.